Un juzgado de Madrid obliga a la compañía del Costa Concordia a indemnizar a los 22 pasajeros españoles que viajaban a bordo del buque. Condena a la naviera a pagar 17.595 euros a cada uno de los pasajeros por daños psíquicos, físicos y pérdida de equipaje. El naufragio se produjo el pasado enero de 2012, en el que murieron 32 personas.