Hasta el estallido del 'caso Noos' la Infanta Cristina vivía tranquila con su familia en Estados Unidos pero desde que se destapó la trama de corrupción nada ha sido igual ni para ella ni para su marido, Iñaki Urdangarín, imputado en la causa, al igual que ella. Obligados a volver a España, se descubrió que la infanta había sido vocal directiva del Instituto Noos, fundado por su marido en 1999, y propietaria a medias con él de Aizóon, la empresa a la que llegaron grandes cantidades de dinero de los contratos públicos adjudicados a Nóos.