Isabel Pantoja llegaba de buen humor. Hasta ha tirado besos, pero ha durado poco, porque el juez le ha regañado antes de empezar. Le ha recordado con tono molesto que en la sala está prohibido usar el móvil, algo que, ha dicho, ella hace con frecuencia porque lo ha visto en distintas grabaciones. La cantante ha tratado de contestar con gesto de disgusto pero ha sido inútil. La sesión ha arrancado hoy con un experto en auditoría, contratado por la cantante, que ha defendido su patrimonio entre 1999 y 2009. El testigo ha negado que exista un cambio de comportamiento en sus ingresos de efectivo a raiz de su relación con Julián Muñoz y ha tratado de demostrar que las cuentas de la policía y la fiscalía tienen muchos fallos. La fecha prevista para el final del juicio era el 16 de abril, aunque según fuentes judiciales podría terminar antes.