En su tradicional discurso de Navidad, el Rey reivindicaba anoche la política con mayúsculas y pedía a sus representantes cerrar heridas y evitar divisiones. Las referencias a Cataluña muy sutiles. Sin nombrarla en ningún momento, el monarca reclamaba respeto, lealtad recíproca y cumplimiento de las leyes. La larga crisis ha sido otro de los pilares centrales de sus discurso.