El ex presidente de Bankia, Rodrigo Rato, ha sido uno de los 33 directivos obligados a declarar. Rato ha dicho al magistrado que no va a declarar más de lo que explicó en el Congreso. Allí cuestionó el arbitraje del Banco de España sobre Bancaja y cargó contra los inestables criterios de la auditora Deloitte. Nada nuevo en sus palabras. Tampoco en la calle donde las víctimas del agujero millonario piden ayuda a los periodistas para que se haga pública lo que consideran una “estafa”. Cuentan el engaño por el que han pasado y aseguran que “no hay derecho” a perder todos sus ahorros. Nada les calma.