Ni los gobernadores del banco de España, ni los ministros de economía entre 2003 y 2007 hicieron lo suciente para prevenir el estallido de la burbuja inmobiliairia. Y eso que sobre su mesa tenían varios informes de los técnicos del Banco de España que alertaba de la sobrevaloración de los pisos en nuestro país. La consecuencia es un pichazo que arrastra a buena parte de la banca, que cargó sus balances en el ladrillo. "El hundimiento de la banca", cuenta las claves.