Los ladrones dejaron aparcado el Porsche Cayene de Raquel, la operaria del aeropuerto que murió mientras le robaban, en una calle de Valdebernardo, en Madrid. El GPS del coche llevó a la policía hasta el lugar, donde esperaron pacientemente para poder detener a uno de los presuntos autores del homicidio. También se ha encontrado el Seat León en el que viajaban los agresores.