Tras un verano ardiente que ha calcinado más de 180.000 hectáreas. El anuncio del gobierno ha encendido algunos ánimos. La medida podría llevar a campos quemados a personas que estén en paro, para realizar por ejemplo, tareas de limpieza y reforestación. Y no valdrá cualquiera, sino sólo aquellos con unas aptitudes físicas y profesionales adecuadas. Durante el tiempo de esa denominada colaboración, se sigue cobrando el paro, más una compensación según el tiempo que trabajen. Y sea cual sea la tarea, nunca debe obligar a un cambio de residencia. Si el parado es solicitado para la tarea con esos requisitos, su negativa sería equivalente a rechazar una oferta de trabajo, con lo que varias negativas podrían conllevar la pérdida de la prestación.