Varios vecinos colindantes a la finca de Las Quemadillas, en Córdoba, aseguran que aquel fatídico 8 de octubre, percibieron un fuerte olor de una hoguera y que salía humo entre los árboles de la finca paterna de José Bretón. Lo definen como un olor muy pentrante, como de cables quemados. Otros vecinos, en este caso, cercanos a la casa de los padres de Bretón, aseguran que la madre tuvo una fuerte pelea con su hijo antes de abandonar su casa a las 13.31 horas de ese día en el que Ruth y José desaparecieron