Está enfermo, tiene cáncer de riñón con metástais, muy mal pronóstico, pero no está terminal. Es lo que dicen los forenses de la Audiencia Nacional. Y, por eso, aseguran que Josu Uribetxeberría puede ser tratado en prisión. Un criterio que choca con el de los médicos del hospital Donostia que aseguraron que el riesgo de que el etarra muriese en un año era del 90%, un argumento con el que Interior le concedió hace una semana el tercer grado.