Hasta hoy, en Deba no ha habido fiestas de San Roque sin novillos, por la tradición y porque gusta a sus habitantes. Tanta es la afición que, este año, una de las novilladas la han costeado entre vecinos y comerciantes de esta localidadad guipuzcoana gobernada por Bildu. Igual ocurre en Zestoa, también Guipúzcoa, y también con Bildu en el ayuntamiento. Aquí hubo referéndum y un 64 por ciento de votos a favor de continuar con 350 años de novilladas. En la capital no hay consulta popular a la vista. La pregunta es ¿qué pasará en Donosti si, como dice el alcalde los toros, ya no regresan a Illumbe? Los comerciantes temen que económicamente tenga un impacto negativo.