Es el escenario más difícil al que ha tenido que subirse. Aunque, hasta ahí, a Isabel Pantoja la ha acompañado su público. Sólo unas pocas fans que no han dejado de lanzarle gritos de apoyo. Tras la tonadillera llegaba Mayte Zaldívar, antaño rival y, ahora, compañera de banquillo. Sin decir palabra ha entrado en los juzgados. Aunque el más madrugador ha sido él, Julián Muñoz. Además de ellos en la sala, tan sólo 36 personas, un público muy restringido, ha podido escuchar de qué les acusan: blanqueo de capitales y cohecho.