Hace 17 años, Valentín Lasarte entró en este bar de San Sebastián. Allí estaba Gregorio Ordóñez y con un tiro en la nuca ETA acabó con su vida. Con él y sus palabras en la memoria. "Ser español desde nuestra singularidad vasca, sumar, no dividir, que haya paz". Su hermana Consuelo acudió ayer a la cárcel a encontrarse con uno de los condenados por el asesinato. Lasarte, ya en 2011 pidió a ETA que se disolviera y perdón a las víctimas, que lo sentía mucho. Y así lo repitió ayer.