Trece meses después las grúas y las máquinas vuelven a Lorca. No para demoler sino para reconstruir. Tras un año muy duro, Baltasar por fin la imagen que deseaba y que calma los temores de todos los vecinos de Viña 3. José Miguel y su comunidad de vecinos, que acaban de recibir la licencia de obras, no dejan de atender a constructoras interesadas. Y es que la reconstrucción de Lorca va a ser una gran fuente de empleo para las constructoras. Un año y 18 días después del terremoto, Lorca empieza a recobrar la luz.