Sólo hacía dos meses que Isabel había estado de vacaciones con su madre, en Campo de Criptana. Una semana en esta casa de su abuela, que hoy es todo pena y aguanta la respiración. La pequeña de siete años, cuenta su abuela, emigró con sus padres, recién nacida. Desde Doha su hija les ruega que no se hundan. Estaban contentos en Catar, donde Santiago Vela trabajaba como director financiero para OHL.