Rajoy ha preferido llegar andando hasta la sede del Consejo Europeo, rodeado por un amplio séquito. La canciller alemana llegaba en su coche oficial, igual que el presidente francés o el primer ministro británico. Ha sido una reunión informal, pero que se ha prolongado hasta altas horas de la madrugada. Se iban a debatir medidas para sacar a Europa de la crisis que la atenaza. No se han tomado decisiones y sí se ha profundizado en la división entre los países respecto a la emisión de eurobonos. Sí ha quedado claro que Europa mantendrá su apoyo a Grecia siempre que el país respete los compromisos marcados desde Bruselas.