La Policía Nacional ha detenido a 18 personas e imputado a otras 17, todas ellas de nacionalidad española, por posesión y distribución de pornografía infantil. La operación ha durado varios meses y la ha llevado a cabo la Brigada de Investigación Tecnológica. El golpe policial ha sido posible gracias a la colaboración ciudadana y a un programa informático de rastreo de conexiones cedido por Europol. Este sistema permite identificar los archivos con pornografía infantil, aunque se les cambie el nombre de origen, y localiza además la provincia en la que se encuentra el ordenador que almacena este contenido.