Óscar Sánchez, el lavacoches de Montgat que desde hace 21 meses permanecía preso en una cárcel de Nápoles por un delito que no cometió, ha llegado este jueves a Barcelona. Una veintena de familiares y amigos le han dado la bienvenida a su llegada al aeropuerto del Prat, donde ha finalizado la pesadilla que comenzó hace casi dos años, cuando le confundieron con un mafioso uruguayo. Entre lágrimas y muy emocionado, Óscar Sánchez ha recibido el cariño de sus parientes y paisanos que en este tiempo han luchado para conseguir su liberación.