El solitario se ha sentado por segundo día en el banquillo acusado de un robo en una sucursal bancaria de Toro de la que se llevó más de seis mil euros y donde hirió en la pierna a uno de los empleados. El juicio ha quedado visto para sentencia después de que ayer se interrumpiera por unos problemas con la grabación. Hoy el solitario ha aprovechado su alegato final para decir que nunca ha estado en Toro y que no mató tampoco a los dos guardias civiles de Castejón.