"Mi conciencia está tranquila, tomé las decisiones que entendí ajustadas a Derecho para investigar, perseguir y sancionar, por mi y por quien correspondiera, los crímenes masivos de desaparición forzada de personas, que aún permanecen, como única defensa que tienen las víctimas para que no se produzca el olvido y la falta de memoria", con estas palabras concluía el juez Garzón su intervención en la Sala Penal del Supremo. Tras estas declaraciones el presidente del tribunal, Carlos Granado ha anunciado que el juicio queda visto para sentencia. Por su lado el fiscal Luis Navajas ha asegurado que un fallo condenatorio tendría un "efecto devastador que atentaría contra la independencia judicial".