Todos los cigarros son malos, pero el primer cigarro del día es el peor, el que más daño hace. Si se fuma en los primeros treinta minutos tras levantarse, los niveles de nicotina aumentan y se duplican las posibilidades de tener cáncer de pulmón. Por eso, es mejor esperarse. Además, el cigarro de primera hora es el más difícil de dejar, por delante del de, por ejemplo, después de comer. En España mueren 50.000 personas al año por enfermedades provocadas por el tabaco.