Los últimos datos indican que la mayor parte de los accidentes mortales se producen en carreteras secundarias. Por eso la DGT propone reducir la velocidad en algunas de ellas. Pretenden así reducir también las cifras de siniestralidad. Las asociaciones de conductores están en contra de la idea. Dicen que en 16 países europeos la velocidad es mayor de 90 y que la mayoría de los accidentes en estas carreteras son por colisión frontal. Es decir, por culpa de adelantamientos indebidos 1.331 personas murieron el año pasado en carreteras secundarias, es el 75% de los fallecidos.