Por segunda noche consecutiva, cerca de seis mil personas se han quedado sin un lugar donde dormir. Para ello, Cruz Roja y la Unidad Militar de Emergencia han instalado cinco campamentos en la ciudad donde se han repartido más de 3.500 camas. Tan sólo debían inscribirse a la entrada. La mayoría de las tiendas de campaña han sido ocupadas por inmigrantes, que son los que menos posibilidades tienen de poder pernoctar en la casa de familiares o amigos. Solución para algunos, aunque hay quienes han preferido instalarse en la calle. A golpe de té, un grupo de marroquíes prefiere pasar la noche frente a lo que queda de su casa Amortiguan el frío con mantas, y el hambre con la solidaridad de unos agentes de la policía local que les han cedido su bocadillo y unas botellas de agua.