El temporal golpea con fuerza Galicia. En Pontevedra el aire se llevaba por delante los tejados y cristaleras de varios edificios.

Una racha de más de 100 kilómetros por hora partía árboles a la mitad. En Vigo, el viento dejaba un socavón con una profundidad de dos metros. Hoy el mar de fondo obligaba a la flota a quedarse en tierra y a los grandes barcos a refugiarse en las Islas Cíes.