En Francia se ha presentado la primera colección de bikinis inteligentes. Portan un sensor que mide la radiación ultravioleta. Una aplicación analiza los datos según el tipo de piel y el bronceado que se quiere conseguir, y con esta información envían una alerta al móvil de quien lo lleva. Otra opción, la llamada 'Valentín', enviará el mensaje a tu pareja para que sea él o ella quien aplique la crema protectora. El bikini más listo del mercado se cose en un taller de costura de un pueblecito francés. Se hace a medida y se adapta a las curvas femeninas por 150 euros.