París se entrega estos días a los desfiles de moda. Giorgio Armani hizo un canto a la naturaleza. Aires de delicada vegetación para su colección con esencia oriental. La casa italiana eligió el Palacio de Tokyo en París y usó una gigantesca pasarela de bambu para el desfile de los modelos de la legendaria firma. 68 diseños con verde jade, colores pastel y negros, faldas pantalón en los trajes de chaqueta, cristales de Swarosky, azabache y lentejuelas. Una primera fila de lujo y aplausos del público para el modisto octogenario.