La tercera jornada de la semana de la moda de Río ha confirmado que en ningún otro país se conseguido mejor sacar lo más sexy de la mujer. La diseñadora Salinas subió la temperatura de la pasarela mostrando unos diseños que transportaron al público al sur de Italia de los años 70. El colorido y brillo de sus bikinis y bañadores, acompañado de bronceadas pieles, consiguieron la aprobación del público como en cada ocasión.