Bienvenidos a un lugar donde hoy solo hay alegria. La razón es que buena parte del gordo se queda en una residencia de mayores. Motivo más que suficiente para revolucionar a esos abuelos y abuelas que en este momento no entienden de penas. 220 ancianos, prácticamente todos agraciados y cerca de 200 trabajadores que celebran de esta forma tan sincera y natural la noticia. Porque en este caso, la insistencia sí que tiene premio. Llevaban abonados a este número desde hace 14 años. Y ya tienen claro en qué gastarse el dinero porque esa típica pregunta, la de qué hacer si te tocara la lotería, para ellos hoy se ha convertido en algo real.