Se acerca el 22 de diciembre y muchos españoles se preguntan que harán si les toca el gordo. Con la crisis cambian los sueños y los deseos de la lotería. Ya no se piensa tanto en lujos si uno resulta agraciado con el primer premio, sino en ayudar a los hijos o pagar la hipoteca. Mientras esperan en las largas colas de las administraciones del centro de Madrid siguen soñando en cambiar sus vidas con la suerte.