Los vecinos de Huerta de Rey, una localidad de la sierra de la Demanda burgalesa que no llega al millar de habitantes, se han echado hoy a la calle para celebrar el primer premio del sorteo de El Niño. En el bar Frontón del pueblo no paran de bailar música techno. Y en la plaza del pueblo están degustando un paletilla de jamón mientras escuchan a la orquesta. Son felices, son millonarios y desde hoy este pueblo burgalés no será el mismo.