Dos testarazos de Karim Benzema, en el papel de 9 que tanto se le demandó desde su llegada al Real Madrid, propiciaron la remontada del equipo blanco ante el Eibar (2-1) en una tarde desapacible en el Santiago Bernabéu, con dos caras del conjunto de Zinedine Zidane, dominado y silbado en el primer acto antes de rescatar el orgullo.