Rusia ha vuelto a dirigir su ofensiva a la capital ucraniana en una nueva ola de ataques con misiles. Han alcanzado dos edificios residenciales en el centro de la ciudad. El alcalde de Kiev asegura que la mitad de la capital está sin electricidad y las autoridades han recomendado a los residentes cercanos a las áreas afectadas que permanezcan en refugios. El ataque se produce además en un momento crítico para la política internacional. Zelenski pronunciaba hace tan solo unas horas un discurso que era retransmitido por video a los líderes del G20 reunidos en Bali. Anunciaba que ya es el momento de acabar con la "destructiva guerra" de Rusia, un deseo que Putin no ha complacido, más bien todo lo contrario. En las últimas 24 horas se han lanzado 85 cohetes sobre Ucrania, golpeando varias regiones y dañando las instalaciones energéticas de la mayor parte del país.