Con esta explosión de alegría celebraban los inmigrantes a bordo de un buque alemán su inminente desembarco en Sicilia. El ejecutivo ultraderechista de Meloni ha permitido por fin acceder a puerto a esas 89 personas rescatadas en aguas italianas. No ocurre lo mismo con los otros cerca de 500 náufragos que malviven aún en otros tres barcos: dos en el puerto de Catania y uno a 12 millas de la costa. Sus capitanes se niegan a marcharse hasta que no se complete la operación de salvamento. Algo a lo que se niegan las autoridades italianas.