En la distancia pero sin querer perder detalle, el presidente ruso Vladimir Putin supervisa unos ejercicios de simulacro nuclear. Las maniobras incluyen el lanzamiento de misiles balísticos intercontinentales, submarinos y aviones bombarderos. Todos los misiles alcanzaron sus objetivos, anuncia el Kremlin en un comunicado. Unos entrenamientos que, pese a que estaban programados, han llevado al ministro de Defensa ruso a justificarlos como una forma de preparación en caso de agresión grave por parte de Ucrania. Y no es una casualidad, pues Rusia lleva semanas acusando al enemigo de estar planeando el uso de una "bomba sucia". Un tipo de explosivo que se combina con material radiactivo. Eso sí, no han proporcionado ninguna prueba de la acusación.