40 días después de que Mahsa Amini muriese al ser detenida por su vestimenta, continúan las protestas en Irán. En la capital cientos de estudiantes universitarios han realizado vigilias en su honor. El nombre de la joven iluminado en velas y acompañado por las voces de los universitarios. Una indignación que se ha propagado por todo el país. En Saqez una larga fila de personas se dirige al lugar lugar del entierro de la joven. O en Hamedan, donde los iraníes han salido a la calle al grito de "muerte al líder supremo". Las protestas convocadas por la muerte de Amini, de tan solo 22 años, se están convirtiendo en uno de los mayores desafíos para el liderazgo clerical de la república Islámica desde la revolución de 1979. Las autoridades iraníes acusan a Occidente de fomentar lo que ellos prefieren llamar "disturbios" y de momento no anuncian las cifras oficiales de las víctimas causadas por las protestas.