En un verano sin avances importantes de unos o de otros, esto es nuevo. Las enormes explosiones que han sacudido la base aérea de Novofedorivka han ocurrido muchos kilómetros dentro de la península de Crimea, en territorio teóricamente seguro. Como siempre es difícil saber qué ha pasado. Los rusos dicen que les ha explotado el arsenal de la base aérea por accidente, los ucranianos aseguran que han sido ellos, aunque sin aclarar como lo han hecho. Todo esto cuando se mantiene la tensión en torno a la enorme central nuclear de Zaporiya, tomada por los rusos. Ucrania les acusa sin pruebas de tener un plan para volarla si lo consideran necesario. El Kremlin por su parte acusa a los ucranianos de atacarla con cohetes. El verano avanza sin cambios. Ni los rusos consiguen reanudar su ofensiva en el Donbás, después de haber descansado, ni los ucranianos ganan kilómetros por el sur hacia Jerson.