Numerosas personas protestan en Colombo, la capital de Sri Lanka, contra las autoridades, que no logran apagar el malestar de la población. Las fuerzas de seguridad han tratado de evitar que los manifestantes asalten un nuevo palacio, esta vez la sede del jefe del Gobierno, pero no lo han conseguido. Con la toma de este nuevo edificio oficial muestran su rechazo a la designación del primer ministro como presidente, después de que el actual saliera del palacio. Desde allí ha anunciado su decisión de nombrar como sustituto a su primer ministro. No parece que eso vaya a calmar el malestar por la escasez, los precios y la mala gestión de los políticos. Desde hace meses sufren precios altos, escasez de combustible, medicinas y productos de primera necesidad.