Malviven en tiendas de campaña formando un improvisado campamento temporal. Algunos proceden de Afganistán otros de Somalia, pero aunque sus países de origen estén separados por miles de kilómetros les une una misma esperanza: llegar a Reino Unido a través del Canal de La Mancha.2.000 migrantes sobreviven aquí a lo largo de la costa más septentrional de Francia aguardando una mínima posibilidad de lanzarse al mar que mengua a medida que se acerca el invierno.La policía francesa desmantela el único refugio que les protege en un intento por desalentar que embarquen en esta peligrosa ruta. Pero ni siquiera la mayor tragedia sucedida en este lugar, donde una treintena de migrantes murieron ahogados, parece detener su intención de arriesgar la vida.Un hecho que ha desatado un cruce de reproches entre Francia y Reino Unido por un ruta migratoria que 25.000 personas han tratado de alcanzar en lo que va de año.