A toda velocidad, un coche rojo se cuela en el desfile navideño de Waukesha, Wisconsin. Consigue burlar el control policial y, sin piedad, embiste a la multitud. Fuera de control, aparece detrás de la banda musical. Los villancicos dan paso a gritos ensordecedores. En cuestión de segundos, reina el caos. Hay varios heridos tendidos en el suelo y corillos de personas atendiendo a las víctimas. Otras, corren hacia tiendas cercanas para refugiarse y llaman a sus familiares en un estado de pánico total. De momento, la policía ha confirmado cinco muertos y más de 40 heridos. Aunque la cifra podría aumentar en las próximas horas. Ya han localizado el coche y detenido a un sospechoso. Al parecer, iba armado. Una violencia extrema que va a ser difícil de olvidar.