Millones de iraníes votan al próximo presidente de la República Islámica que sustituirá al actual el clérigo Hasan Rohani.

Es una carrera entre cuatro candidatos, tres conservadores y un moderado.

Para llegar hasta aquí han tenido que superar el exámen del llamado Consejo Guardian que ha descartado a decenas de candidatos considerados no aptos.

El favorito es el clérigo Ibrahim Raisi que ya se presentó a las anteriores elecciones. Es presidente del poder judicial.

Tiene un perfil que favorece, incluso, la posibilidad de ser elegido para reemplazar al actual líder espiritual Ali Jamenei, en el futuro.

Unas elecciones con un resultado previsible: un giro conservador que no ilusiona a muchos votantes. Podría haber una importante abstención.

Muchos se preguntan si podría alejarse la posiblidad de un acercamiento a Estados Unidos a pesar de que los dos países logren rehacer el acuerdo nuclear este año.