La ofensiva se intensifica en Gaza. Una noche más las explosiones se suceden. Bajo los escombros buscan a un niño que ha quedado atrapado. Y en respuesta los cohetes impactan sin previo aviso, contra un edificio residencial en el centro de Israel. Rápidamente empiezan a evacuar a los heridos. La actividad civil está prácticamente paralizada en el país que llama a acudir a los refugios para mantenerse a salvo. Los ataques se recrudecen entre ambos bandos, estratégicos por el lado de Israel contra las milicias islámicas, en los que 16 miembros de Hamás han muerto, entre ellos, un importante jefe militar. 67 víctimas en total, de las cuales 17 son niños. Menores también y un soldado entre los siete fallecidos israelíes. Hamás advierte: está preparado para seguir y ha convocado una cruzada en Jerusalén. Y Netanyahu, ya cuenta con el apoyo sin fisuras de Joe Biden. En las calles los conflictos armados se transforman en linchamientos entre judíos y palestinos y contra la policía. Disturbios que llegan hasta Cisjordania contra el ejército israelí.