A la sombra del Capitolio y bajando las mismas escaleras que hace sólo dos semanas tomaban los alborotadores, Joe Biden inauguraba su capítulo presidencial en un instante de tensa emoción por la salud democrática del país. Ante un público escrupulosamente respetuoso con la distancia covid, sentía el calor de los expresidentes: su Barack Obama pero también Bill Clinton y el republicano George W. Bush y como representante de la recién despedida administración Trump, el vicepresidente Pence, que eligió respetar el sistema y por eso él si ha estado aquí. Y nada tan sanador para los americanos, como su himno, que esta vez entonaba Lady Gaga. Ha sido el aperitivo a la imagen de la primera mujer vicepresidenta de los Estados Unidos, que con un combativo morado, juraba ante la primera juez latina de la historia del Tribunal Supremo. Porque con esta administración vuelve la diversidad a la Casa Blanca. Y por fin el momento de Biden, el presidente, juraba, en un momento histórico de crisis y desafíos. Biden ha dicho que el país necesita líderes que defiendan "la verdad" y derroten la mentira y la manipulación.