Recordando el mítico chascarrillo del speaker saliente, anuncian que el laborista Hoyle se impone como nuevo orador de Westminster por 325 votos. Una figura, la del orador, que se ha ganado un gran protagonismo en el Parlamento británico y que es una pieza más del espectáculo en el que se transforma a menudo. Con diez años como diputado, toma el relevo de John Bercow, que ve forzada su marcha, acusado por su falta de neutralidad. "Seré transparente", prometía Hoyle ante la cámara. Pero antes de su discurso, se producía una hilarante escena.