Por una aplastante mayoría, por 390 votos a favor y 81 en contra, anoche el Parlamento británico ratificó la ley que obliga a Theresa May a pedir una prórroga para evitar un Brexit sin acuerdo. Tras su paso por la Cámara Alta, la iniciativa llevada a cabo por un insólito pacto entre diputados laboristas y conservadores, deja las manos atadas a la primera ministra en su gira de hoy a París y Berlín. El objetivo del viaje de May es negociar un aplazamiento que, como mucho, sea hasta el 30 de junio, pero desde Europa no se fían de que vaya a ser suficiente y quieren una prórroga más larga, de hasta un año y con condiciones. Ya con el agua al cuello, la primera ministra intenta evitar una salida descontrolada un día antes del Consejo Europeo, donde los 27 tendrán la última palabra. De momento, la fecha para el Brexit sigue siendo este viernes. Si en estos días no hay acuerdo entre Londres y Bruselas, el divorcio será ya un hecho.