La lucha contra el infierno continúa en un escenario con un balance imparable. Los desaparecidos son 1.276, 265 más que ayer, explican las autoridades del condado de Butte, arrasado por el peor incendio de la historia del estado. 9.700 casas destruídas, al menos 76 muertos, 63 identificados. Los equipos de rescate encuentran entre cinco y diez cadáveres diarios bajo los escombros y las autoridades creen que el balance aumentará. Sobre el terreno, 5.600 bomberos han logrado controlar un 60 por ciento de las llamas, pero la previsión es que tengan que trabajar para extinguirlo durante dos semanas más. Una devastación que Donald Trump ha comprobado in situ, más de una semana después de que se originara el fuego y sin tener muy claro el nombre de Paradise, Paraíso, el epicentro de la tragedia. Ha asegurado que su Administración se implicará al cien por cien en la recuperación.