Las alarmas sonaban primero en las residencias de dos expresidentes. En La de los Clinton en el estado de nueva york y en la de los Obama en Washington. A las dos, ahora vigiladas día y noche, iban dirigidas dos bombas. Un día de sustos que llegaba a la propia CNN cuando informaba sobre los Clinton y los Obama. Los presentadores comunican que suena la alarma pero siguen con el programa. El paquete con este un artefacto iba dirigido al exdirector de la CIA, John Brenan, colaborador habitual de la cadena y opuesto a Donald Trump. Las autoridades no dudan en considerarlo un acto de terrorismo. En ese momento, el gobernador del estado Mario Cuomo dice que también ha recibido un artefacto en sus oficinas. Hillary Clinton no han dudado en atribuir estos sucesos al clima de división política que reina en el país, aunque sin nombrar a Trump. Otro paquete más ha sido enviado al anterior fiscal general con el presidente Obama, Eric Holder pero lo han reenviado a una congresista demócrata de florida por ser su nombre el que estaba escrito como remitente. Otro artefacto ha sido enviado a la oficina de la senadora demócrata por California y otro ha sido interceptado en Maryland. Todo un día después de que se interceptara otro dirigido a una residencia del magnate financiero Georde Soros.