Con 9 años Yemel había decidido dar el paso más valiente de su vida. "Tenía tanto miedo cuando me dijo: mamá soy gay. Pero yo le contesté: te sigo queriendo", cuenta su desolada madre. Liberado de esa confesión y con el cariño de su madre el niño decidió compartirla con sus compañeros. Pero su revelación desató un acoso irracional y sumamente duro en el colegio. Los compañeros le dijeron que se matara. El pequeño no pudo soportar tal intimidación, un absurdo hostigamiento por parte de quienes fueron sus amigos que le llevó a sumirse en la más profunda tristeza. Sólo 4 días después de haber comenzado las clases, Yemel decidió quitarse la vida.