El Papa Francisco ha aprovechado su viaje a Irlanda, donde participa en el Encuentro Mundial de las Familias, para rezar por las víctimas de los abusos sexuales ocurridos en la Iglesia. Durante su visita a la Pro-Catedral de Santa María, en Dublín, oró ante la vela de la inocencia, colocada en este templo en febrero de 2011 para recordar a los que sufrieron estos daños. El pontífice no ha evitado referirse a este escándalo que salpica a la Iglesia en el primero de los discursos que ha ofrecido, tachando lo sucedido de “crímenes repugnantes”.