Con el brazo en cabestrillo y todavía algo renqueante. Así llegaba Luciano Goccia, el camionero que milagrosamente salvó la vida después de que su vehículo quedase aplastado por el puente Morandi, en Genova, Italia.Cuenta que tras abrir la puerta el aire de una gran explosión le lanzó contra una pared, segundos antes de que su camión quedase reducido a mera chatarra.Con un resoplido expresa el desastre del que se ha salvado. El estado actual del camión da muestra de lo que podría haber sido.