Hicieron una promesa y hoy, tras diez días en un templo budistas, la han cumplido. Hablamos de los menores y su entrenador que quedaron atrapados en una cueva en Tailandia. Su angustioso rescate tuvo al mundo entero pendiente de sus vidas. Todos, menos uno de los menores que es cristiano, se han despojado de sus vestimentas de novicios y ordenado monjes budistas. Han vuelto a esa vida que dejaron antes de su sobrecogedora experiencia. Cumplen así la promesa de sus familiares, esa que hicieron cuando sus pequeños quedaron atrapados nueve días en una cueva.